Del árabe “naqqarah”: conchilla o cáscara, el nácar, conocido también como “madreperla”, es una sustancia dura, blanca, irisada que se forma en el interior de la concha de algunos moluscos y que produce brillos y tonos de distintos colores cuando refleja la luz; está compuesta por carbonato cálcico, materia orgánica y agua y se emplea para la creación de objetos de adorno.
De esta forma se extraen directamente las láminas de nácar o bien se introducen pequeños objetos en el interior de la concha donde el molusco, para protegerse, los recubre de esta sustancia creando lo que conocemos como perlas nacaradas.
Aunque actualmente ya existen mecanismos para la fabricación de nácar artificial, el uso de esta materia natural para crear joyas y adornos, se remonta a egipcios, visigodos, iberos, incluso existen muestras en la antigua China y en México donde los indios Yaqui fabricaban collares con colgantes de nácar que pensaban les protegía de todo mal.
La creación de complementos y adornos de nácar alcanza su máximo esplendor durante el reinado de Elisabeth I de Inglaterra (Barroco, mediados del s. XVI- ppios. S.XVII) y comienza a decaer con la Revolución Industrial (s. XIX) cuando los avances tecnológicos transformaron por completo el sector textil donde era muy utilizada. Ya a mediados del s. XX, la investigación científica posibilita la creación de materiales plásticos que imitan esta sustancia natural, salvando así el agotamiento de los yacimientos naturales.
Hoy en día, lo natural es tendencia. Aquello que es cercano a la naturaleza, que está poco tratado, se lleva. Por eso volvemos a utilizar en la confección de complementos que es lo nuestro, abalorios de materiales puros o naturales; o que los imiten. Entre ellos, está el nácar. Nosotros lo ofrecemos con distintas formas como discos, óvalos, flores, corazones, tanto natural como en colores a modo de colgantes, pequeñas lágrimas para pegar, y triturado, muy utilizado en la fabricación de complementos de flamenca. En este último caso, la irisación propia del nácar natural es inexistente, ya que ésta se produce por las capas de aire contenidas en cada placa de formación del nácar, descomponiendo la luz en sus 7 colores provocando ese efecto de aurora boreal.Por eso al triturarla, desaparecen dichas capas y con ellas dicho efecto precioso.
Si queréis descubrir cómo es esta joya de la naturaleza, puedes encontrarla AQUÍ
Como siempre esperamos que os haya gustado el post y que os animéis a crear vuestro complemento con nácar personalizado.
Hasta la próxima artistas…