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Mantoncillo de Flamenca Carmen Rojo Sangre
El Mantoncillo de Flamenca Carmen Rojo Sangre es un complemento emblemático de la moda flamenca, diseñado para aportar intensidad y carácter a cualquier traje de flamenca. Su color rojo sangre, cargado de pasión y fuerza, convierte este complemento de flamenca en un accesorio esencial para quienes desean destacar con estilo en ferias, romerías o eventos flamencos.
El rojo sangre: pasión y tradición
El color rojo sangre es un símbolo universal de energía y pasión, cualidades que se reflejan en este mantoncillo. Este tono vibrante realza la belleza de los diseños tradicionales y modernos de la moda flamenca, convirtiéndose en el complemento ideal para trajes de colores neutros como blanco o negro, así como para aquellos más audaces en tonos verdes o dorados.
Materiales de alta calidad y artesanía flamenca
El Mantoncillo de Flamenca Carmen Rojo Sangre está confeccionado a mano con materiales de primera calidad:
- 90% Tencel y 10% poliéster, una combinación que garantiza suavidad, durabilidad y respeto por el medio ambiente.
- El Tencel, derivado de la pulpa de madera, es un tejido sostenible que proporciona una textura única al tacto.
- Su flecado artesanal de seda, de 30 cm, añade movimiento y un acabado impecable, mientras que el bordado monocolor resalta el diseño tradicional flamenco.
Cada mantoncillo es elaborado artesanalmente, lo que lo convierte en una pieza única dentro de los mantoncillos de flamenca hechos a mano, destacando por su calidad y autenticidad.
Dimensiones diseñadas para el estilo flamenco
- Largo: 125 cm aprox.
- Ancho: 60 cm aprox.
- Flecado: 30 cm, elaborado con seda artesanal.
Estas dimensiones aseguran una caída elegante y un ajuste perfecto para cualquier traje de flamenca, realzando la silueta femenina y el movimiento natural.
Consejos de cuidado para tu mantoncillo
Para conservar el mantoncillo Carmen Rojo Sangre en las mejores condiciones:
- Retira el envoltorio de plástico inmediatamente después de recibirlo para evitar que los flecos se deformen.
- Cuélgalo en una percha, permitiendo que los flecos queden libres y sin enredos.
- Plancha los flecos suavemente si es necesario. Usa una temperatura baja y coloca un paño protector entre la plancha y los flecos para evitar daños.
Este complemento se adapta tanto a quienes prefieren un acabado impecable como a quienes optan por un estilo más natural.
